Mientras hacía mi trabajo mi mente se fue a Vietnam, no me preguntéis por qué, será porque tengo mucho tiempo para pensar y no me lo puedo quitar de la cabeza, será porque cada vez te siento más cerca, o porque estaba relajada disfrutando de la simple tarea de recoger la ropa limpia y me trasladé allí.
Sentí el sol en mi piel, un sol potente que me cegaba los ojos y pensé... "qué lejos estamos, cuántos kilómetros nos separan, cuántos días nos quedarán para estar juntos..., pero este sol que ahora siento en mi cara, es el mismo sol que te ilumina a ti cada día, mi niñ@, sí, el mismo". Y así fue como de pronto te sentí más cerca y me llené de esperanza, es cierto, estamos lejos, miles de kilómetros nos separan, pero siempre bajo un mismo cielo y un mismo sol.
¡Qué cosa más sencilla y más preciosa! Y es que estáis muy cerca, aunque no sea físicamente. Os quiero mucho mucho...
ResponderEliminarQue bonito María!!! Cada día queda menos!!!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarGracias ir este blog! Es precioso que compartas tu experiencia con nosotros.
Estamos empezando el proceso de adopción y nos gustaría saber qué país aconsejáis entre China y Vietnam
Somos de Madrid
Gracias
Creo que este es mi post (¿se dice así?) favorito del blog. ♥️
ResponderEliminar