FELICES CON MARÍA LAN

Siento tanto no haber escrito en todo este tiempo..., María Lan me tiene muuuuuuy entretenida.

Todos los días al despertar me propongo escribir en el blog en algún momento del día, pero no hay manera y así día tras día desde que regresamos a España el 21 de diciembre.

Es cierto, desde que María Lan se despierta hasta que se acuesta no para, no quiere estar quieta un minuto. Últimamente parece que aguanta un poquito más jugando sola en su habitación, pero rápido se cansa y quiere seguir investigando por la casa.

Los primeros días fueron durillos, se nos juntó la vuelta del viaje con la Navidad, la adaptación con las fiestas y reuniones familiares, y además María Lan se trajo de Vietnam alguna que otra infección. No sonreía igual que lo hacía en Hanoi, lloraba cuando la cogían otras personas que no fuéramos nosotros y no quería comer mucho, pero superado todo esto ya hemos empezado la normalidad y parece que poco a poco se está haciendo a su nueva vida sin ningún problema.

Nuestros nervios e incertidumbres de las primeras semanas se han transformado en unos sentimientos inexplicables. Lo que siento ahora es una mezcla de amor, felicidad, cariño, ilusión, ternura.. estos sentimientos cada día van en aumento y parecen no tener límites.

Es maravilloso comprobar como cada día esas sensaciones se hacen más fuertes, como esa unión de los tres cada día se va fortaleciendo, va siendo cada vez más estrecha. Como vamos pasando de ser unos extraños para ella a sus compañeros inseparables y poco a poco en sus padres, aunque nosotros nos sentimos así desde hace ya mucho tiempo. Ya no nos planteamos la vida sin ella.

Ánimo a todos los que seguís esperando, a los que les afecta la moratoria, a los que están pendientes de papeles para viajar a Vietnam, en definitiva a todos los que igual que nosotros un día tomásteis este camino, estoy segura que finalmente conseguiréis vuestro sueño, nunca perdáis la esperanza.

Quiero mandar un abrazo enorme con todo mi cariño a las familias con las que coincidimos en Hanoi, espero que la adaptación de vuestros niños esté siendo tan buena como lo está siendo la nuestra. Prometo contactar con vosotros en breve.

Qué más puedo decir, que todo lo pasado ha merecido la pena, que todos los baches encontrados en estos últimos cinco años nos han llevado a María Lan y a convertirnos en los padres más felices del mundo.